La Romana, R.D.- «El Manicomio», ubicado en la calle Francisco Richiez Ducoudray esquina Hector René Gil, era un antiguo almacén de unos comerciantes alemanes establecidos en La Romana a principios del siglo pasado y que fue abandonado luego de que Alemania fuera derrotada en la Primera Guerra Mundial por los Estados Unidos y nuestro país era ocupado por las fuerzas de éste último.
Fue derribado a principios de los años 60s y en su terreno fueron construidas viviendas.
Este enorme edificio de piedra ocupaba casi la cuadra completa de la calle Hector Rene Gil (antigua 30 de Agosto) desde la Francisco Richiez hasta casi llegar a la calle Castillo Marquez. Tenia sótano, aljibe y hasta un horno de panadería en el extremo oeste del mismo.
Al ser abandonado, fue ocupado por numerosas familias humildes, que lo subdividieron haciendo numerosas cuarterías para vivir. Se le llamo «manicomio» por el bullicio que provenía de allí. Entre las familias que allí vivían recordamos a Graciela, que tenia un ventorrillo en la esquina con la Francisco Richiez y madre de Hilda, Gunga y Raúl. Graciela vendía dulces en el patio de la escuela primaria durante el recreo.
Luego le seguía Maria Reyes con su hijo Miguelito, a quien le llamaban «Maco Zurdo». En ese orden seguía Carmelo Sosa, que se dedicaba a trabajos de carpintería y a la elaboración de espejos, era un gran devoto del dios Baco y cuando se ajumaba solía gritar «Viva Trujillo».
Su esposa se llamaba Luisita y sus hijos Julito, Carmito alias «Pelo» dos hembritas y un varoncito de quienes no recordamos sus nombres. Luego seguía Negra la mama de «Prietica», Maritza y Hugo.
Otras dos familias que no recordamos, luego los Ozuna con Rafael y el Pato, y finalmente la familia de Bembe Wiky. Nos atrevemos a decir que este fue el primer «multifamiliar» de La Romana y cuidado si no de todo el país.
El Manicomio es el edificio de piedra que aparece pintado de blanco en la foto. Al fondo se distingue la que fuera la casa de Paquita Pons y familia.
Fuente: La Romana Calle Arriba Calle Abajo
Foto del muro de Facebook de Maritza Ferreira
