La Romana.- La hermosa costa arenosa de República Dominicana, que se extiende a lo largo de 1,600 kilómetros, alberga más de 200 playas paradisíacas.
Sin embargo, esta belleza natural enfrenta una seria amenaza: la erosión costera. Según datos alarmantes, el 70% de estas playas sufre de erosión, lo que significa una pérdida o desplazamiento de tierra debido a la acción de las olas, las corrientes y las mareas.
Esta problemática es causada por varios factores, incluido el aumento del nivel del mar, la intensificación de los vientos asociados al cambio climático y la destrucción de los ecosistemas costeros y marinos por actividades humanas.
Además, se estima que solo el 5% de las aguas residuales en el país son tratadas, mientras que el resto se vierte directamente al mar, contribuyendo a la contaminación.
Ante esta situación preocupante, el Grupo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en el país ha puesto en marcha el Programa de Gestión Costera Sostenible (Playas), con un crédito de US$70 millones y apoyo técnico durante cinco años.
Este programa tiene como objetivo principal conocer el estado actual de las playas y las causas de la erosión, para luego implementar medidas de restauración y conservación.
El BID comenzará realizando estudios detallados en cuatro playas prioritarias: Palenque, Caribe, Sosúa y Pedernales. Además, en colaboración con el Ministerio de Turismo (Mitur), identificará y trabajará en las primeras 15 playas más afectadas de una lista de 40.
La representante del BID en el país, Katharina Falkner-Olmedo, resaltó la importancia de los ecosistemas costeros, como los corales y los manglares, para la estabilidad de las playas. Sin embargo, lamentó que estos ecosistemas estén sufriendo un deterioro significativo.
El programa del BID también tiene como objetivo fortalecer el marco legal e institucional para la gestión integrada de las zonas costeras y contribuir a la sostenibilidad de las zonas turísticas costeras, teniendo en cuenta el riesgo climático.
Además de abordar la erosión costera, República Dominicana también enfrenta el desafío del tratamiento de aguas residuales. El país ha solicitado la ayuda del BID para el Programa de Saneamiento Universal en Ciudades Costeras, con una inversión inicial de US$140 millones en Boca Chica.
Este programa busca extenderse a otras ciudades costeras en fases posteriores, con una inversión total de US$480 millones.
En resumen, el país caribeño está tomando medidas importantes para proteger sus preciosas playas y garantizar un desarrollo turístico sostenible, pero se necesita un esfuerzo continuo y coordinado para abordar estos desafíos ambientales y sociales de manera efectiva.
Por: Abrahan Nuñez
