Aunque el propio fundador de Facebook Mark Zuckerberg, descartó que el apagón haya sido producto de un ciberataque y precisó que fue realmente una falla, esas horas marcaron una realidad impensable.
Medio planeta vive prácticamente conectado a la Internet por y para múltiples propósitos. Anexo a esa inevitable realidad, también existen millones de usuarios en Facebook, Instagram y WhatsApp. Personas que vivieron cómo «sus vidas» eran decimadas con una simple falla técnica en las citadas alternativas comunicacionales.
El término: Nomofobia. Se define o interpreta como el temor o ansiedad extrema que experimenta una persona de carácter irracional, que se origina cuando la persona permanece durante un período de tiempo sin poder usar su teléfono móvil.
Llamadas a las principales prestadoras telefónicas existentes en el país no se hicieron esperar en búsqueda de una respuesta que garantizara cuándo se restablecería la falla, pero la internet nunca se fue. El problema era directamente de FB, IG y WS, todas propiedad de Zuckerberg.
Aunque perdió más de 6 mil millones, la gran pérdida está en la dependencia de millones de usuarios quienes deberían revisar su condición existencial porque si alguna vez el fallo se repite por situaciones técnicas o se produce un ataque cibernético prolongado, imaginamos que en vez de llamadas a telefónicas buscando respuestas, serán camas hospitalarias las inundadas.
Por: Marcos Sánchez: El autor es Articulista, Locutor y Comunicador con más de 25 años de ejercicio en medios de la Región Este del país.
