La Romana.- La Federación Dominicana de Baloncesto (Fedombal) ha establecido una serie de condiciones que la Asociación de Baloncesto de La Romana (Asobaro) debe cumplir para dar continuidad al XXXIX Torneo Superior en su etapa final.
Esta medida ha sido tomada en el marco de la serie final del campeonato de baloncesto superior romanense, que se encuentra actualmente igualada 1-1 entre los equipos de la Tribu de Quisqueya y Ramon Marrero Aristeo (Savica).
Mediante un comunicado oficial, Fedombal y su dirección técnica nacional han especificado los requisitos que la Asobaro debe seguir para garantizar el orden y la seguridad durante los encuentros restantes del torneo.
Entre estas condiciones se encuentra la contratación de servicios de seguridad privada externos a la provincia, así como un aumento en el número de militares presentes en el evento.
Se establece además que el área VIP y el acceso al evento deben ser exclusivos para personalidades locales, autoridades civiles y militares, invitados especiales, patrocinadores y miembros del Comité Organizador del torneo, junto con directivos de Asobaro y Fedombal.
Se limita la venta de productos líquidos, los cuales deben ser servidos exclusivamente en vasos plásticos, y se suspende la venta de estos productos al finalizar el tercer período del partido.
La Asobaro, representada por su presidente Fermin Amador, se compromete a cumplir con cada una de estas medidas, junto con el respaldo de la Gobernación Provincial y los gerentes de los equipos finalistas.
Se advierte que cualquier interrupción adicional debido a desórdenes de los fanáticos resultará en la terminación del torneo 2024 y una suspensión de dos años para la celebración del mismo.
Estas medidas fueron comunicadas por el director técnico nacional de Fedombal, Ramón Ceballos, luego de una reunión celebrada este lunes en la que participaron directivos de ambas asociaciones, así como representantes de los equipos finalistas, el Colegio Nacional de Árbitros y otras partes interesadas en el desarrollo del torneo.
Por: Abrahan Nuñez