La Romana, R.D.- La actual situación en términos generales es grave y se debe tener una reacción Ministerial urgente, el director de Presupuesto, Contraloría General de la República, Ministro de la Presidencia, vicepresidencia de la República deben erogar los fondos para los medicamentos porque la vida de las personas con VIH está en peligro. Seguiremos en desabastecimiento para el 2022 otro año más.
Según la estadística de la Dirección de Gestión de la Información del SNS, 21,872 pacientes, 33,4 % del total, se encuentran en Abandono al Tratamiento, por ejemplo:
Pacientes en abandono: 43% de personas viviendo con VIH de Dajabón, Valverde, Monte Cristi y Santiago Rodríguez; 40% de personas viviendo con VIH de La Vega, Monseñor Nouel y Sánchez Ramírez; 37% de personas viviendo con VIH de El Seibo, Hato Mayor, La Altagracia, La Romana y San Pedro de Macorís; 35% de personas viviendo con VIH de Santo Domingo, Monte Plata y Distrito Nacional y 33% de personas viviendo con VIH de Espaillat, Puerto Plata y santiago por solo citar algunos.
El costo anual por paciente en tratamiento con los esquemas de primera línea asciende a RD$5,300.00 en promedio. Por un desabastecimiento, muchas de las personas viviendo con VIH que son adherentes y se encuentran en la primera línea podrían verse afectadas, creando resistencia a los medicamentos de primera línea y teniendo que migrar a esquemas de tratamiento de segunda o tercera línea.
El costo de la segunda línea de tratamiento por paciente por año asciende a RD$16,832.76 (3 veces más) y el costo anual del tratamiento para un paciente en tercera línea es de aproximadamente RD$42,180.00. A estos costos hay que agregarle el costo de una prueba de genotipo, la cual cuesta US$600.00 por paciente.
La reducción de presupuesto al tema del VIH/SIDA, las deudas millonarias con laboratorios y almacenes locales, retrasos en contratos que aún están para la firma, medicamentos vencidos por falta de pago y la no existencia de reactivos de laboratorio para las pruebas de carga viral ponen en peligro la vida de las personas.
Si se continúa con la reducción de presupuesto para tratar esta condición de salud, los resultados serán catastróficos. Actualmente hay una Deficiente estrategia en la cadena de distribución de medicamentos antirretrovirales.
A esta grave situación se le suma que hay manifestaciones de estigma y discriminación: los pacientes refieren maltratos por parte de los prestadores de servicio, Persisten actitudes discriminatorias hacia la comunidad haitiana con VIH, Lugares con hacinamiento, No hay privacidad para la atención a los pacientes, No es posible la concentración para efectuar la charla por parte de la consejería, Locales de los médicos y médicas igualmente hacinado, Muchos local no tienen identificación, No todos los SAIs cuentan con información relacionada con VIH, Sida y adherencia terapéutica en todo el lugar y Existe sobrepoblación de pacientes con respecto a la capacidad de Recursos Humanos del personal del SAI.