La Romana.- La juventud dominicana se enfrenta a una serie de desafíos que amenazan su futuro, desde el acceso limitado a la educación de calidad hasta la violencia generalizada y servicios de salud inadecuados.
Sin embargo, uno de los problemas más alarmantes y crecientes es la drogadicción, que está afectando la salud física y mental, así como las perspectivas laborales de miles de jóvenes en el país.
Según el informe mundial sobre drogas 2023 de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC), el consumo de estupefacientes ha aumentado un 23% en la última década, afectando al 5.8% de la población global entre 15 y 64 años.
En República Dominicana, a pesar de la falta de estadísticas oficiales recientes, los datos proporcionados indican un persistente abuso de sustancias entre la juventud, con un impacto mayor en el género masculino.
El alcohol y el tabaco, seguidos de la marihuana, son las drogas iniciales más comunes, pero es el crack el que tiene el mayor consumo e impacto en la salud de los jóvenes dominicanos, afectando al 60% de los adictos.
La historia de Víctor César Rosa Robles, un adicto en recuperación, ilustra la cruda realidad de la adicción, que a menudo se origina en experiencias traumáticas y la falta de apoyo emocional.
El director ejecutivo de Hogar Crea Dominicano, Julio Manuel Díaz Capellán, señala que el consumo de drogas ha aumentado significativamente en la última década, contribuyendo a problemas sociales como la deserción escolar, el abandono familiar y el aumento de enfermedades infecciosas.
En 2022, la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) detuvo a 30,875 personas por delitos relacionados con drogas, siendo el 54.9% de ellos jóvenes entre 18 y 35 años.
La adicción a las drogas no solo afecta la salud física, sino que también contribuye a la informalidad laboral y a la falta de empleos de calidad.
El abogado y expresidente de la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE), Jaime Senior, destaca el aumento de sustancias tóxicas en la sociedad dominicana y advierte sobre la peligrosa tendencia de mezclar drogas con fentanilo, una combinación letal que está cobrando vidas.
El psiquiatra César Mella enfatiza que el uso y abuso de sustancias psicoactivas en jóvenes es un grave problema de salud pública que afecta no solo la salud mental, sino también conduce a casos de suicidio y depresión.
La falta de estadísticas oficiales sobre muertes por drogadicción dificulta la implementación de políticas públicas efectivas. Los centros de rehabilitación, como Hogar Crea Dominicano, enfrentan una creciente demanda y carecen de recursos para atender a todos los jóvenes que necesitan ayuda.
La lucha contra la drogadicción debe centrarse en la educación y la prevención. Julio Virgilio Brache, presidente de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), destaca la necesidad de programas preventivos desde las escuelas primarias hasta las universidades.
El Ministerio de la Juventud ha implementado el programa «Mi Barrio Tiene Talento» en asociación con el Consejo Nacional de Drogas, buscando fomentar la participación inclusiva de los jóvenes en actividades que reduzcan el uso y tráfico de sustancias.
El expresidente de ANJE, Jaime Senior, insta al gobierno a invertir en prevención, educación y tratamiento de drogas como una crisis de salud pública, no solo como un problema de seguridad.
El llamado de aquellos en recuperación es claro: reconocer la enfermedad y buscar ayuda es el primer paso hacia la recuperación.
Con programas integrales y el apoyo de la sociedad, la juventud dominicana afectada por la drogadicción puede encontrar un camino hacia la sobriedad y la reintegración productiva a la sociedad.
Por: Abrahan Nuñez
Fuente: Massiel de Jesus / El Dinero