La Romana.- La República Dominicana se destaca como líder en América Latina en la implementación de leyes de Medio Ambiente y Protección Radiológica.
Desde 1995, el país cuenta con el Decreto 244-95 sobre Protección Radiológica, firmado por el entonces presidente Joaquín Balaguer.
Este decreto, que incluye disposiciones específicas sobre el gas radón, refleja el compromiso dominicano con la seguridad y la salud ambiental.
El gas radón, producto de la desintegración del uranio presente en rocas y suelos, así como en el agua, es una preocupación creciente en todo el mundo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) identifica al radón como la segunda causa principal de cáncer de pulmón, después del tabaco.
A pesar de ser incoloro, inodoro e insípido, puede acumularse en espacios interiores, representando un riesgo significativo para la salud humana.
El arquitecto Héctor «Memo» Mejía resalta que, aunque las autoridades están al tanto del daño potencial del gas radón, las construcciones en el país aún no cumplen completamente con las disposiciones del decreto.
Aboga por la capacitación de constructores e ingenieros a través del Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (Codia) y el Ministerio de Viviendas, con el objetivo de convertir a los trabajadores de la construcción en expertos en la implementación de medidas preventivas contra el gas radón.
El método propuesto implica la creación de cámaras subterráneas con tuberías para redirigir el gas al exterior, mitigando así su concentración en espacios habitables.
Memo Mejía insiste en que el Estado debe intervenir las infraestructuras públicas para adaptarlas a estos estándares constructivos modernos.
Cesare Stefano Bernardinelli, también arquitecto, elogia la vanguardia del reglamento y aboga por su aplicación en todas las construcciones.
Señala que la colocación del aislante no es costosa y destaca que ha implementado estas medidas preventivas en sus obras en el país.
Bernardinelli enfatiza que el radón tiende a concentrarse en sótanos y espacios en contacto directo con el suelo, afectando la salud de las personas. Además, destaca la importancia de concientizar a la población sobre este riesgo poco conocido.
En cuanto al suministro de agua, Bernardinelli advierte que, si proviene de aguas subterráneas, como pozos, hay un mayor riesgo de contaminación por radón.
Propone la posibilidad de construir fábricas en el país para la producción local del material necesario, fortaleciendo así la capacidad nacional en la prevención contra el gas radón.
Por: Abrahan Nuñez
Fuente: El Tiempo
