La Romana, R.D.- Una relación amorosa, celos y venganza forman la columna vertebral de crimen de la joven que mató a su amiga en La Romana en 2019.
El destino de Génesis Mercedes Borrome, con tan solo 23 años de edad, fue segado por Lujani Esther Gerónimo Pérez en un apartamento del sector Villa Pereyra. Por este hecho, esta última fue condenada hoy a 16 años de cárcel.
En aquel tiempo, la joven Lujani Esther Gerónimo Pérez reveló a las autoridades, en los interrogatorios, que entre su amiga y ella existía una relación amorosa.
Según familiares, Génesis Mercedes Borromé llegó de Estados Unidos un viernes para ir a la graduación de una hermana suya el sábado. Pero la amiga se incomodó porque no la había llevado a la ceremonia y tampoco le respondía llamadas telefónicas.
El crimen de la joven se registró en el interior de una habitación ubicada en el tercer piso de una vivienda del arriba citado sector, donde residía la agresora.
A ese lugar llegó Génesis Mercedes Borromé, quien residía en el Ensanche La Hoz, en un carro Kia, color gris. En las posteriores pesquisas, en ese vehículo se encontró la suma de 22 mil 200 pesos, 108 dólares, dos perfumes, un reloj y un teléfono IPhone. También prendas de vestir, un bulto y una maleta.
Ya estando en el apartamento, una acalorada discusión empeoró las cosas. La occisa sufrió heridas cortopunzantes que le afectaron el pulmón derecho, y le provocaron una hemorragia interna que le ocasionó la muerte.
En la escena del crimen, los oficiales del Departamento de Investigaciones Criminales (DICRIM) de la Policía y el fiscal del caso, Félix Rijo, encontraron un cuchillo y una navaja para afeitar.
Según los interrogatorios posteriores a su captura, Gerónimo Pérez se desmayó luego de cometer el hecho. Despertó a eso de las 8:00 p.m. y luego abordó un motoconcho hacia la playa Caleta.
Cuando regresó se provocó varias heridas, razón por lo que sus padres la llevaron al hospital hasta culminar con su entrega a las autoridades.
En julio de 2019, cuando una jueza dictó prisión preventiva como medida de coerción, Roberto Morillo, tío de Génesis, declaró: «Ella la asesinó. Esperó que se desangrara ahí dando vueltas. Nunca se desmayó».
